porque la miro y siento como surgen desde mi estomago burbujas de esperanza,
como vino embriagante suben hacia mi pecho y explotan para llegar hasta mis labios...
Pum! Escapan como sonrisas.
Sé que es el amor de mi vida porque roza accidental y ligeramente mi mano con su meñique e inmediatamente mi piel se enciende y mis ojos se iluminan.
Sé que es el amor de mi vida porque sus labios, tibios, acarician mi mejilla y me doy cuenta que nunca volveré a pasar frío.
Sé que es el amor de mi vida porque no es necesario que se lo repita,
porque lo sabe, porque esta segura de formar parte de cada una de mis respiraciones.
Porque no necesita preguntarme qué pienso o qué quiero hacer, ella conoce la respuesta,
sabe que quiero seguir viviendo a su lado,
al lado del amor de mi vida.
Orquídea.