esos amaneceres en que me convierto en el café entre tus labios
en los que me saboreas y a ratos pruebas mi amargura escondida.
Amo tus tardes de silencio, de miradas lejanas,
esas tardes en que envidio a la lluvia que te hace el amor a su antojo
mientras te observo ansiosa desde la terraza.
Amo tu noche en que te pierdes en mi pecho,
tu noche y sus lunas que vienen una tras otra a conocer nuestros sueños,
amo tu noche que se esconde en la oscuridad de tus ojos.
Amo nuestros días, los que se han ido y nos dejan un sabor agridulce en la lengua,
los que vienen con sonrisas y lágrimas envueltas en esperanzas,
los que dejamos pasar sin siquiera mirarlos.
Nos amo, TE AMO.
Orquidea.