Podría salir de ti, escapar,
resbalar por tus poros,
disimular la prisa y saborear de paso el néctar de tu piel.
Podría salir a respirar, volar un rato, jugar con el aire.
Podría mirar el cielo
y su azul reposado.
Podría hacer mil cosas en éste momento fuera de ti,
pero me gusta el presidio que llevas dentro,
me alegra andar a
ciegas,
sumergirme en tu mar
de sorpresas y sus profundidades.
De ti bebo y vivo.
No necesito salir, todo lo tengo en ti.
En ti sueño y despierto a cada rato para recordar nuestra
dulce muerte.
En ti paseo y descubro y sonrío y alucino de vez en cuando y
lloro,
lloro porque no puedo entender por qué pasé tanto tiempo en
esa horrible libertad.