pasado que le hace arrastrar los pies.
En la mirada cansada lleva dolor,
soledad, días que no volverán,
nombres que ha olvidado pronunciar.
Esta tarde decidió contarme un secreto,
no es la vejez la que le provoca aquel andar lento,
es que después de tanto en la vida ha aprendido de memoria
a librar el lugar exacto en el que solía tropezar.
Orquidea.